La cirugía de nariz, mejor conocida como rinoplastia, es una de las intervenciones quirúrgicas de la medicina estética más populares en la actualidad, ya que, a partir de un procedimiento relativamente sencillo, el paciente no solo gozará de un perfil más estilizado, sino que también es muy probable que se le dé solución a sus complicaciones respiratorias.
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Así es; una cirugía de nariz es un procedimiento que además de cubrir las características estéticas propias de su disciplina, también cumple una labor en médica para mejorar las funciones de la nariz, a partir de la alineación del tabique y la apertura adecuada de las fosas nasales, entre otras acciones.
Para comprender un poco mejor lo que sucede durante una cirugía de nariz, cabe desglosar el procedimiento en un paso a paso a continuación:
Proceso preoperatorio
Aunque esta primera etapa no sea considerada como una parte concreta de la cirugía de nariz, no podemos dejar de lado la importancia de ello.
Toda persona interesada en someterse a una rinoplastia debe asistir a una consulta especializada con un cirujano plástico capaz de explicar detalladamente el proceso con sus pros, contras, recomendaciones y, asimismo, solicitar una serie de exámenes médicos.
Una vez dichos exámenes son entregados, el especialista decide si el candidato es (o no) apto para la cirugía y, en caso de serlo, se procede.
Trabajo bajo anestesia
Para evitar cualquier tipo de malestar durante la operación, el cirujano optará por una sedación intravenosa o, bien, anestesia general según las particularidades del paciente. Asimismo, a lo largo del proceso, también se suministran medicamentos para garantizar el bienestar de la persona.
Realización de incisiones
En la actualidad existen dos diferentes tipos de cirugía de nariz; la primera es la tradicional, la cual consiste en la realización de un corte sutil en la parte baja de la columela (nombre puntual de la angosta franja bajo la nariz que separa las fosas nasales). El otro procedimiento es conocido como “cirugía cerrada”, la cual involucra cortes en la parte interna de las fosas.
Una vez se hacen las incisiones correspondientes, el cirujano levantará delicadamente los tejidos que recubren la nariz para proceder con la rinoplastia.
Modelación de la nueva nariz
Durante esta etapa, el especialista debe llevar a cabo acciones puntuales para aumentar o disminuir el tamaño general de la estructura nasal, por lo que debe extraer o insertar cartílago. Por lo general, los injertos provienen del mismo cartílago del tabique, pero en algunas ocasiones se extrae un poco de la oreja o del cartílago costal.
Alineación del tabique nasal
Posteriormente, la corrección del tabique no solo involucra la necesidad de mantenerlo recto y simétrico con el rostro, sino que también elimina el exceso que desmejora el perfil.
Durante esta etapa se corrigen la mayoría de malestares respiratorios causados por tal desviación.
Cuidados postoperatorio
Cuando el cirujano ha finalizado con su labor corrigiendo las dimensiones y formas de la nariz, se acomodan los tejidos, se elimina el exceso y se sutura. Luego de esto, el paciente puede ser dado de alta de inmediato, aunque se recomienda un día de reposo en clínica.
El paciente debe tener en cuenta y seguir detalladamente cada una de las instrucciones dadas por el cirujano, las cuales garantizarán una recuperación pronta y adecuada. Entre las recomendaciones más frecuentes podemos encontrar:
- No realizar ejercicios de impacto durante las primeras semanas.
- Dormir bocarriba y con la cabeza ligeramente levantada.
- Eliminar hábitos que perjudiquen la cicatrización como el cigarrillo.
- Asistir periódicamente a las citas de control con el especialista para analizar el progreso de la recuperación.
Resultados
Los resultados de la cirugía de nariz pueden llegar a tomar un tiempo considerable para alcanzar su estado final, pues los tejidos que rodean la estructura nasal son bastante frágiles y pueden inflamarse con facilidad.
Durante la primera semana, el paciente debe utilizar tablillas y vendas especiales para mantener la nariz estable, pero luego de que se retiran estos elementos, la persona notará cómo gradualmente empiezan a notarse los resultados.
Todo es cuestión de paciencia y mantener los cuidados recomendados por el cirujano, pues al cabo de un año los resultados serán realmente asombrosos y palpables.