La lipólisis láser se ha posicionado como el método más innovador para reducir varias tallas “sin cirugía”, y atrae constantemente abyectos que buscan solucionar alguna inconformidad física a través de este medio. No obstante, al tratarse de un procedimiento que actualmente se encuentra bajo el escrutinio público, es natural que el desconocimiento construya suposiciones poco verídicas alrededor de la lipólisis láser, por lo que vamos a desmentir los mitos más comunes sobre este tema.
Pero para poder esclarecer tales confusiones, primero es importante recordar de qué se trata. Entonces, cuando hablamos de la lipólisis láser, nos referimos a un procedimiento realizado en un quirófano bajo todas las normas de seguridad y asepsia para el paciente. La intervención es llevada a cabo por medio de incisiones de un centímetro de diámetro aproximadamente, por las cuales se introduce una cánula especializada para dividir el tejido graso a retirar, para luego ser derretido con ayuda de una luz láser ubicada al extremo de la cánula. Una vez se ha destruído la grasa, el especialista introduce otra cánula de succión, con la cual se extrae todo el tejido remanente. Al cabo de un periodo de recuperación de alrededor de tres meses en el cual se deben llevar a cabo masajes especializados para moldear y tonificar, el paciente notará los cambios que su cuerpo ha recibido gracias al tratamiento.
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Teniendo en cuenta de qué se trata la lipólisis láser, es momento de desmentir algunos mitos al respecto.
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La lipólisis y la liposucción son lo mismo
Aunque ambos métodos son utilizados para la eliminación de grasas, la lipólisis y la liposucción son dos procedimientos completamente diferentes. Por un lado, la lipólisis láser consiste consiste en la transformación del tejido graso excesivo para su posterior extracción, mientras que la liposucción se limita a la eliminación invasiva de tal tejido.
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Nos ayuda a bajar de peso
Muchas personas acuden a los distintos centros especializados para recibir una lipólisis láser en Bogotá o en cualquier otra ciudad del país con la esperanza de bajar unos cuantos kilos. No obstante, el tratamiento no garantiza que el paciente alcance su peso ideal.
Claro está que al eliminar cierta cantidad de tejido, es probable que haya una reducción de peso, pero la principal finalidad de la lipólisis láser es moldear el cuerpo y darle una apariencia más estética, no bajar de peso.
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Es necesario un extenso periodo de reposo
A pesar de que la lipólisis láser se trate de una intervención médica, es normal que los pacientes que se someten a ésta regresen a sus actividades cotidianas luego del paso de 48 horas. De hecho, es muy poco probable que se necesite un periodo superior a ese.
No obstante, es evidente que la persona debe tener ciertos cuidados, como evitar realizar actividades de impacto o ejercicios, pero al cabo de unas semanas todo estará como de costumbre.
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Las cicatrices la lipólisis son evidentes a la vista
Como lo mencionamos anteriormente, el tamaño de las incisiones realizadas no supera el centímetro de diámetro, por lo que la cicatriz es realmente diminuta. Asimismo, el tamaño de la cánula empleada para el proceso también resulta reducido, por lo que nadie podrá notar marcas posteriores.
El único motivo por el cual pueden quedar cicatrices, es por errores médicos o malos hábitos de cuidado del paciente.
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La liposucción tradicional es mejor que la lipólisis láser
Sería irresponsable afirmar que uno de estos procedimientos es mejor que el otro, pues ambos obedecen a distintos procesos. La liposucción tradicional, generalmente debe ser llevada a cabo bajo anestesia general, pues la extracción de la grasa con cánulas que viajan hacia adelante y hacia atrás constantemente puede llegar a ser doloroso para el paciente, mientras que la lipólisis láser consiste en la transformación del tejido para su posterior eliminación natural o asistida, de modo que es menos dolorosa.