El cuidado del rostro es una prioridad para mantener el bienestar integral de nuestro cuerpo y la autoestima. Para ello existen diversas técnicas de rejuvenecimiento facial que mejoran la salud y calidad de esa zona. No obstante, y aunque no siempre por razones estéticas, a veces la gente recurre a la cirugía.
¿Por qué operarse?
Cuando no te sientes cómodo con la apariencia de tu rostro, ya sea porque adquiriste algunas cicatrices o simplemente te desagradan los efectos de los años, es momento de acudir a un especialista para conocer cómo puedes solucionar este problema.
La vía más popular y hasta ahora la más eficaz es la cirugía facial, un procedimiento quirúrgico dirigido a modificar los rasgos del rostro y conseguir una armonía para devolver la lozanía de la piel.
En cualquier caso, practicarla es una cosa y otra es prepararse para ella. En las siguientes líneas te daremos algunos consejos.
Cómo prepararse para una cirugía estética facial
Como todo procedimiento quirúrgico las cirugías en el rostro requieren de una de serie de indicaciones, por lo que es importante tomarlas en cuenta para evitar inconvenientes.
Primero te citaremos recomendaciones alimentarias; después, hablaremos del tema de forma más general y por pasos. Presta mucha atención.
Alimentos recomendados antes y después de una cirugía
Te lo enumeramos a continuación.
- Alimentos ricos en fibras, como frutas, verduras y hortalizas, favorecen el tránsito y evitan el estreñimiento.
- Las proteínas de las carnes magras (pavo, pollo, etc.) estimulan la reparación de tus músculos y de tu piel, disminuyen la inflamación y afectan de manera positiva sobre el natural proceso de cicatrización.
- Los alimentos con abundantes hidratos de carbono, como el arroz, la pasta, el cuscús o la quinoa, son adecuados. No así los hidratos de absorción rápida, que son los que se encuentran en los dulces, bombones y pasteles.
- La vitaminas A y C ayudan en la formación de fibroblastos y colágeno. Consume espinacas, zanahoria, pescado, kiwi, naranjas o brócolis si quieres disfrutar de estas vitaminas.
- Los frutos secos, ricos en vitamina E, son antioxidantes y también te vendrán muy bien.
- Por último, no te olvides de los líquidos. Hidratan tus tejidos, por lo que resultan fundamentales.
Antes de la operación
- Medita siempre la decisión que vas a tomar, recuerda que una cirugía de cara es un cambio radical que tendrá repercusión para toda la vida.
- Aclara todas tus dudas a tu cirujano acerca de la intervención y sus futuras consecuencias.
- Come lo más sano que puedas, bebe mucha agua y reduce el consumo de comida basura.
- Evita por completo fumar y consumir alcohol.
- Busca apoyo en tus familiares y amigos para los cuidados antes y después de la cirugía.
El momento de la operación
- Levántate bien temprano para realizar todo a tiempo y evitar el estrés.
- Entrega a tu médico todos los exámenes de laboratorio solicitado así como las autorizaciones exigidas en estos casos previamente firmadas.
- Lleva suficiente ropa cómoda y los demás artículos de uso personal.
- Relájate y si quieres, ¡medita u ora!
Después de la operación:
- Descansa, evita hacer muchos movimientos.
- Cumple al pie de la letra las indicaciones de tu médico.
- Sigue consumiendo mucho líquido.
- Reduce el consumo de sal.
- Ante cualquier malestar, consulta a tu médico.
- No te automediques.
- Evita lavarte el cabello o usar químicos.
- Ten paciencia y espera el tiempo sugerido para ver poco a poco los cambios de tu rostro.
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Cada cirugía estética del rostro es un reto y un riesgo que solo podrá lograrse con éxito si se tiene un propósito claro y se cumplen con exactitud las recomendaciones médicas.