Que los pasos de los años reflejen tu experiencia, despídete de las arrugas con el ácido hialurónico. Por su alta capacidad de retención de agua y sus efectos de relleno natural y ductilidad en la piel, esta es la sustancia de mayor uso en la actualidad por la medicina estética. Te presentamos los tipos de ácido hialurónico, sus clases de componentes, sus beneficios y su forma de aplicación.
¿Qué es?
Es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucanos que se produce de forma natural en el cuerpo humano, promueve la creación del colágeno y la elastina, es decir, los nutrientes que dan soporte, volumen y elasticidad a tu piel.
Tipos y diferencias
Este polisacárido se distingue por su composición. Existen dos tipos:
Reticulado
Se denomina reticulado debido a que, al unirse entre sí, las moléculas forman una malla compacta. Cuanto más reticulado es su composición, más estable es este ácido y presenta mayor densidad y durabilidad, lo que lleva a tener resultados más perdurables en el tiempo.
¿En qué casos se aplica esta sustancia?
El tipo reticulado se aplica utilizando agujas o cánulas muy finas. Las inyecciones intradérmicas tienen la capacidad de estimular y activar los fibroblastos y la formación de colágeno.
Los usos más habituales de este tipo de sustancia son los siguientes:
- Estimula la reparación y rejuvenecimiento de la piel.
- Rellena las arrugas medias y profundas del rostro.
- Atenúa las cicatrices formadas por acné.
- En tratamientos de hidratación y nutrición de la piel.
- En los tratamientos de rinomodelación.
- Perfila las distintas zonas del rostro, como los pómulos, los labios, mentón o el reborde mandibular.
- En los tratamientos para disimular el hundimiento o las bolsas de los párpados.
Si el especialista ha inyectado de forma exacta en las zonas afectadas, los resultados serán inmediatos y permanentes. Notarás cómo estimula la piel de forma natural. El tratamiento dura normalmente entre los 12 y 18 meses. La regeneración de la dermis depende del grado de afectación de la zona tratada y las características del paciente.
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No reticulado
Este tipo se caracteriza por contener moléculas que no forman ninguna malla reticular, provocando que su densidad sea muy baja. Por lo cual, esta sustancia aporta poco volumen a la piel. No obstante, esta sustancia es muy recomendada para la hidratación diaria de la piel.
¿En qué casos se aplica esta sustancia?
El tipo no reticulado suele aplicarse de manera tópica. Suele encontrase en forma pura en productos de cosmiatría, como cremas, sérums y lociones; o como componente de diferentes fórmulas de productos de belleza, acompañando a las vitaminas, el colágeno u otras sustancias regeneradoras de la piel.
Sus efectos no son inmediatos como el reticulado debido a su baja densidad; no obstante, con tratamientos prolongados, puedes lograr una piel hidratada y con aspecto saludable. Comúnmente son utilizados en tratamientos de mesoterapia y de prevención del envejecimiento.
Esta sustancia puede aplicarse mediante inyecciones intradérmicas. No obstante, también puede aplicarse de forma casera con suaves masajes.
Los usos más habituales de esta sustancia son los siguientes:
- En la hidratación de partes específicas de la piel.
- Atenúa pequeñas cicatrices de la piel y contribuye a disimular las pequeñas marcas de expresión en la frente o la boca.
- Estimula la elasticidad y volumen de la dermis.
- En los tratamientos de reducción de las ojeras o el aspecto de cansancio en el rostro.
A medida que pasan los años, nuestro cuerpo va perdiendo la capacidad de producir este importante ácido. Si tu objetivo es lograr el rejuvenecimiento facial, prevenir el envejecimiento prematuro y atenuar esas incómodas imperfecciones en la piel, los dos tipos son muy recomendados. ¡Buena suerte!