Una vez te hayan realizado una cirugía plástica en Bogotá, deberás hacer uso de una faja posoperatoria durante algunas semanas, en algunos casos todo el día y toda la noche. Las fajas son prendas que comprimen los tejidos en torno a tu cuerpo para lograr que la piel y los tejidos se mantengan adheridos y firmes en la fase de recuperación.
Algunos beneficios de usar faja después de tu cirugía
Para que los resultados de tu cirugía sean óptimos, debes seguir la recomendación de tu doctor acerca del uso de una faja postcirugía, fabricada en tejidos elásticos (generalmente en lycra), cuya función es contener la zona intervenida y garantizar que el procedimiento alcance tus expectativas.
1. Las posibilidades de alcanzar efectos óptimos tras la cirugía estarán garantizadas con el uso de una faja que se ciña a tu figura y reduzca la aparición de ondulaciones, marcas y erupciones en la piel y que a la vez disminuya la inflamación.
2. Te ofrece facilidad para moverte, pues luego de tu procedimiento quirúrgico sentirás mucho dolor e inflamación por algunos días, por lo que el uso de la faja te permitirá movimientos con más facilidad. Podrás hacer tus actividades con un mínimo de incomodidad. También puede actuar como corrector de postura y disminuir las molestias al pararte y sentarte.
3. Ayuda a contrarrestar el encogimiento de tu piel, ya que luego de una intervención puede quedar algo flácida.
4. La faja que usarás tras la cirugía contribuye en la reducción de los moretones y edemas que se presentan en los días siguientes a tu intervención haciendo de tu proceso de recuperación un ciclo más agradable y llevadero.
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5. Cooperan en mantener la figura que obtienes luego de realizarte un modelado en el que se remueven la grasa y el exceso de piel que te están incomodando y afinan tu cintura. Esta prenda sostiene los tejidos y la piel en la postura adecuada, así tu cuerpo se adapta fácilmente a su nueva silueta.
6. Usando una faja posoperatoria estarás evitando que se formen y estanquen fluidos como el plasma sanguíneo y agua al disminuir con presión el espacio intercelular. Se logra que la circulación sanguínea se optimice.
7. El proceso de recuperación se agilizará, pues el tejido de las fajas proporciona una transpiración adecuada de los excesos de líquidos y sudoración, lo que lleva a que la cicatrización sea más uniforme y que no aparezcan crecimientos exagerados del tejido cicatrizal (queloides).
8. Se previene la aparición de flacidez y la formación de irregularidades al aplicar una compresión uniforme en las zonas claves. El uso de la faja durante tu período de recuperación permite que se unan los tejidos intervenidos en la cirugía y hace que la piel se pegue con mayor firmeza.
9. La faja postoperatoria debe ser la misma durante todo el proceso de recuperación, no debes cambiarla. El especialista te indicará qué tipo de faja comprar, cuándo empezar a usarla y por cuánto tiempo lo harás. Generalmente, los primeros días deberás usarla tanto de día como de noche y, a medida que pasen las semanas y te sientas mejor, el doctor irá disminuyendo el período en que la usarás hasta dejarla por completo.
En definitiva, el hacerte una cirugía estética te ha costado esfuerzos tanto económicos como personales, emocionales y de tiempo, así que debes cuidarte, seguir las indicaciones de tu especialista y usar una faja de compresión de buena calidad. Asegúrate de que cumpla con los requerimientos de sostener tejidos y piel en la región que ha sido intervenida y de que te procure al mismo tiempo la comodidad que necesitas para enfrentar la etapa postquirúrgica de la manera menos traumática posible.