De la misma manera en que han avanzado a pasos agigantados las diferentes especialidades de la medicina, los procedimientos estéticos también han dado mucho de qué hablar. De hecho, la mamoplastia de aumento, o cirugía de aumento de busto, no solo se ha convertido en la intervención estética más popular sino que, además, ha alcanzado tal nivel que los implantes mamarios no representan ningún riesgo para la paciente.
La importante acogida de la mamoplastia se debe a que, gracias a los avances técnicos y tecnológicos, cuando se habla de aumento de senos se hace énfasis en un procedimiento relativamente sencillo y ambulatorio, el cual es llevado a cabo a partir de pequeñas incisiones bajo el surco mamario o alrededor de la areola. Dichas incisiones se utilizan para introducir implantes artificiales que funcionan para incrementar la talla del busto.
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En la actualidad nos encontramos con diferentes tipos de implantes, los cuales varían en forma, tamaño, relleno, textura y recubrimiento, y esto hace que los resultados puedan acomodarse a las necesidades y condiciones de la paciente sin afectar la armonía del cuerpo ni su salud. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) únicamente hay dos tipos de implantes mamarios avalados, los cuales están compuestos por solución salina o, bien, gel de silicona. Según los expertos, las prótesis de gel de silicona brindan mayor confianza a la hora de utilizarlos, ya que cuentan con una mejor cohesividad y son más resistentes a roturas, desplazamientos, deformaciones o cualquier otro tipo de desmejora.
No obstante, pese a ser considerada como una de las intervenciones quirúrgicas y estéticas más confiables, Sandra Ortega; cirujana plástica, estética y reconstructiva, egresada de la Universidad del Rosario y de la Universidad Militar, invita a que todas las pacientes interesadas en una mamoplastia de aumento tengan en cuenta los siguientes consejos:
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Valoración previa
Para encontrar los implantes mamarios que mejor se ajustan a la figura de la paciente, es importante que ésta acuda a una cita con un especialista capaz de tomar las medidas relacionadas con su contextura y anatomía, así como el volumen de su tejido mamario actual.
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Historial médico
Es fundamental ahondar en los antecedentes familiares de la paciente antes de proceder con cualquier tipo de intervención quirúrgica, así como identificar oportunamente cualquiera que sufra la persona con el fin de prevenir riesgos durante la operación o la recuperación.
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Eliminar el consumo de ciertas sustancias
No es un secreto que el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco pueden perjudicar el proceso de cicatrización, promoviendo posibles hemorragias e infecciones en el área tratada. A su vez, es importante que el especialista tenga presente las medicinas prescritas que consume regularmente la candidata a cirugía, pues algunos compuestos pueden causar desmejora en los resultados.
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Encuentre al mejor cirujano
Como lo hemos expuesto anteriormente, la falta de regulación legislativa en materia de medicina estética puede representar un riesgo para los pacientes, ya que éstos son vulnerables a encontrarse en manos de falsos cirujanos que pondrán en riesgo su salud. Por tal motivo se recomienda consultar fuentes confiables donde pueda encontrar cirujanos especializados que cuenten con suficiente experiencia académica y laboral.
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Verifique sus implantes
Cuando se trabaja con prótesis mamarias de calidad, es natural que se haga entrega de documentos de garantía que informan sobre lote de fabricación, referencia, marca y fabricante. Es fundamental revisar dichos documentos para constatar la procedencia de los implantes y evitar las roturas o malformaciones típicas de los implantes de mala calidad, así como cualquier complicación de salud causada por éstos. Recuerde guardar los documentos, pues le servirán en caso de cualquier eventualidad.