Consejos para dormir después de una mamoplastia de aumento

La mamoplastia de aumento, una de las cirugías plásticas más populares a nivel mundial, consiste en la implantación de elementos artificiales bajo los tejidos del busto con el fin de incrementar una o varias tallas, lo cual ayuda significativamente a estilizar la silueta de la paciente, así como para mejorar cualquier inconformidad psicológica.

A pesar de ser una intervención relativamente sencilla y rutinaria, además de dar la sensación de una recuperación pronta, la etapa de recuperación posterior a una mamoplastia de aumento debe ser tratada con la misma aprehensión que cualquier otra cirugía.

Por otro lado, y como es habitual, sabemos de pacientes cuya mayor preocupación yace en sus horas de reposo, pues son conscientes de los movimientos involuntarios del cuerpo durante el sueño, y temen causarse daño o arruinar los resultados, por lo que los especialistas han estructurado una serie de recomendaciones para que la paciente pueda dormir mejor luego de esta operación.

 

Posición recomendada

Primero debe saber que la posición tradicional decúbito supino, o acostada bocarriba, debe ser evitada durante las 2 o 3 primeras semanas posteriores, ya que ésta promueve el flujo sanguíneo hacia la zona tratada y, como es apenas obvio, se presentará inflamación y una molestia difícil de tolerar.

En este orden de ideas, se recomienda que la paciente permanezca en una posición semifowler, o semiincorporada, para que el flujo de la sangre no genere presión en el busto. Esta posición debe perdurar por lo menos entre 7 y 10 días, antes de variar.

 

Después de las primeras semanas…

Somos conscientes, naturalmente, de que la posición más común para dormir suele ser de medio lado. No obstante, una paciente recién sometida a un aumento de senos tendrá que mantenerse semiincorporada durante las dos primeras semanas antes de pasar a tomar una postura decúbito supino, o boca arriba.

Aunque no se trata de la posición predilecta de muchas, ésta debe perdurar, por lo menos, durante una semana. Posteriormente, al cabo de 4 a 6 semanas, es posible empezar a girar gradualmente y dormir sobre el costado, pero se recomienda que la paciente alterne entre su lado izquierdo y derecho durante la noche para evitar malestares a la mañana siguiente.

 

Dormir boca abajo

Pese a que no se trata de la posición más popular, sabemos que es la predilecta de una gran población, por lo que dormir boca abajo puede ser fundamental para el adecuado descanso de una paciente luego de la mamoplastia de aumento. Empero, dada su condición postoperatorio, esta es la postura que más llegará a tomar tiempo para ser adecuada.

Según la experiencia de los especialistas, no se recomienda dormir boca abajo en un periodo menor a 6 meses, ya que la zona tratada aún está demasiado resentida, causando dolor, afectando los resultados y pudiendo llegar a desmejorar el proceso de cicatrización.

Recuerde que, además de mantener una postura adecuada, la paciente debe usar constantemente el sujetador que, dependiendo de sus condiciones, puede llegar a ser mandatorio durante 6 meses o incluso un año.

 

 

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Por último, es aconsejable que la paciente duerma sola durante los primeros 2 o 3 meses después de su mamoplastia, para evitar que su compañero de cama rose, mueva o golpee involuntariamente la zona. Asimismo, si el dolor persiste a pesar de mantener un riguroso cumplimiento de las recomendaciones del cirujano, es posible iniciar un tratamiento farmacológico que que reduzca inflamación y dolor por igual, y que permita conciliar las horas de sueño.

En caso tal de que el malestar persista, es más que fundamental comunicarse inmediatamente con el especialista, quien evaluará las condiciones de la paciente e identificará las causantes de la incomodidad.

2023-09-27T14:39:44+00:00 febrero 27th, 2019|
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