Una buena limpieza facial y tratamiento son la piedra angular para mantener nuestro rostro fresco e iluminado, ya que esta es la carta de presentación en todos los ámbitos. Una cara bien cuidada transmite confianza, dinamismo y empatía, por lo que el cuidado y una buena rutina de limpieza facial son fundamentales dentro de la vida diaria. Tanto hombres como mujeres podemos tener rutinas prácticas que se acoplen al día a día.
El primer paso es identificar las necesidades de la piel. Si nunca has identificado qué es lo que tu piel necesita, definitivamente es recomendable acudir a un especialista, puesto que puede diagnosticar qué productos favorecen a tu piel, además de qué tratamientos te ayudarán en la generación de compuestos que promueven un rostro fresco.
Compuestos que mantienen un rostro saludable
Existen tres compuestos cuyo papel mantiene la piel de nuestro rostro saludable, terso y nítido y que se encuentran involucrados en todo proceso de cuidado e higiene:
- Ácido hialurónico. Su función es retener agua en el tejido evitando que se deshidrate la piel hasta las capas profundas, que por el paso de los años o en rostros de piel seca tiene como consecuencia la aparición de arrugas acentuadas y una piel envejecida.
- Colágeno. Se trata del elemento del que depende el soporte a la piel, para que se mantenga firme.
- Elastina. Por último tenemos al elemento responsable de formar fibras elásticas, mismas que brindan firmeza al rostro.
Para mantener estos tres compuestos activos en el rostro existen diversas opciones que se recomiendan de acuerdo a la edad, sexo y tipo de piel.
Estos tratamientos suelen ser acompañados de una limpieza facial previa, ya que eliminar las toxinas presentes en la superficie de la piel debido a la contaminación, así como capas muertas, permite la penetración de tratamientos que estimulan su producción.
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La limpieza facial puede realizarse en diferentes grados de intensidad, que rondan entre el proceso superficial o profundo.
Se recomienda una limpieza superficial una vez por semana o una vez cada 2 semanas, ya que permite mantener la luminosidad natural del rostro. Las limpieza facial profunda trata problemas específicos, entre los que pueden mencionarse las manchas, el paño, el acné, poros abiertos y espinillas.
Aportes de una limpieza facial y tratamiento adecuados
- Luminosidad natural a la piel, sin necesidad de maquillar.
- Uniformidad en textura, inclusive si vas a usar maquillaje para lucirlo mejor y resaltar tus facciones, es importante una piel lisa o uniforme.
- Pigmentación uniforme, mantener un tono natural sin manchas de acné, ojeras, sombras de arrugas, o manchas de sol, son indicadores de una piel jovial y saludable.
- Balance en el nivel de grasa producida, es decir, si tienes piel grasa, mixta o seca se pueden utilizar diferentes tratamientos y rutinas de productos. Entre los factores que pueden influir están los de visitar o vivir en lugares como la playa, la ciudad o en lugares más fríos.
- Hidratación, que también puede variar y regularse permitiendo mejor absorción y retención de agua a través de la limpieza, ya que posterior a la remoción de la capa superior siempre se acompaña de una hidratación de la piel expuesta.
El grado de hidratación puede estar afectado si padeces alguna enfermedad del metabolismo como puede ser hiper o hipotiroidismo y cambios o padecimientos hormonales, como pueden ser ovarios poliquísticos. También resulta importante prestar atención a las horas de descanso profundo.
Como puedes observar, hay muchas alternativas de limpieza facial y tratamiento para mantener una piel fresca y sana; mismas que dependen del estado de tu piel y tus necesidades específicas.