Sin duda alguna, el tema de los biopolímeros ha generado mucha controversia en los últimos años. Muchos pacientes se han colocado estos compuestos y después de un tiempo han debido retirarlos. ¿Qué son estas sustancias y por qué representan un riesgo para la salud?
Tipos de biopolímeros
Los biopolímeros son moléculas de gran tamaño sintetizadas por los seres vivos. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas disciplinas, como la ingeniería de tejidos, se les ha denominado biopolímeros a materiales sintéticos, relativamente compatibles con el ser humano, pero que tienen características y efectos muy diferentes. Encontramos, por tanto, varios grupos:
1. Naturales. Macromoléculas orgánicas como las proteínas (anticuerpos, colágeno), polisacáridos (alginatos, celulosa, quitina, ácido hialurónico), ácidos nucleicos (ADN y ARN), politerpenos (caucho natural) y poliésteres (sustancias producidas por algunas bacterias).
2. Sintéticos. Parafinas, poliuretanos, siliconas, aceites, alcoholes polivinílicos, metacrilatos.
Los peligros de usar biopolímeros en cirugías estéticas
En algunas ocasiones, los biopolímeros sintéticos, que son totalmente extraños al cuerpo, se utilizan en la cirugía estética como materiales de relleno tisular de manera ilícita.
Los más comunes son los metacrilatos y la silicona líquida. Al entrar en contacto con el tejido del paciente, pueden desencadenar fuertes reacciones inflamatorias locales. Además, es probable que estas sustancias migren o se expandan a áreas distintas de su aplicación y comprometan órganos vitales, llegando a producir lesiones irreversibles, y, en los casos más agudos, la muerte.
Las afectaciones más frecuentes encontradas son:
- Crean una barrera cuando llegan al cerebro o a los pulmones que impide la correcta oxigenación, provocando la muerte al paciente.
- Dañan a los tejidos y causan su degeneración como respuesta a la sustancia inyectada.
- Se presenta un síndrome autoinmune que empeora las condiciones del paciente con ojos y boca secos, pérdida de memoria, dolores articulares y musculares, agotamiento físico, alteración del sueño, irritabilidad y depresión.
Un enemigo te acecha: la silicona líquida
El uso de la silicona líquida con fines estéticos se popularizó en los años 50 y, lamentablemente, se ha seguido utilizando en cirugías plásticas y como un método rápido de feminización en personas transexuales.
A diferencia de los implantes de silicón para mamas, la silicona líquida no está autorizada para uso humano. Sin embargo, a causa de su bajo valor, del desconocimiento y de profesionales poco éticos, distintas preparaciones de silicona continúan inyectándose a pacientes que buscan una mejora en su vida.
La mayoría de las veces no se tiene información relativa a la fórmula, la marca o el grado de pureza, e incluso con el afán de que genere fibrosis para impedir la migración, la sustancia se llega a adulterar.
La respuesta del organismo puede ser inmediata o a largo plazo y las complicaciones son generadas por los granulomas que se producen y que causan deformidades y cuadros inflamatorios severos.
¿Cómo puedo solucionarlo?
Si has presentado alguna afectación como las mencionadas, acércate inmediatamente a un cirujano plástico profesional que determine el compuesto que presentas y efectúe un retiro de biopolímeros.
Es un procedimiento de cirugía reconstructiva que incluye un conjunto de técnicas para eliminar los depósitos del material inyectado.
Se realiza para disminuir la respuesta inflamatoria, frenar el daño en los tejidos sanos, acelerar la respuesta inmune, eliminar el dolor y mejorar el contorno del cuerpo que presente deformidad.
La mejor opción es retirar la sustancia, aunque no se hayan presentado síntomas todavía, así evitaremos mayores daños en el cuerpo de la persona que ha puesto en riesgo su salud y su vida.
Si quieres lucir hermosa, mantenerte sana, o bien hacer una extracción de biopolímeros, no pongas tu salud en manos inexpertas o poco confiables, Tu vida está en juego.