La mamoplastia de aumento es uno de los procedimientos estéticos más solicitados en el mundo occidental. Desde el año 2000 hasta la actualidad, el número de mamoplastias realizadas ha aumentado en un 36 %, lo que lo hace uno de los procedimientos estéticos mejor desarrollados y más confiables en el campo de la cirugía estética.
Actualmente, Colombia se encuentra entre los diez países que más realizan cirugías estéticas, y entre estas, la más realizada es el aumento de seno. A continuación aprenderás de qué se trata este procedimiento, cómo se practica y, si estás interesada en realizártelo, cómo puedes conseguir resultados naturales.
Un procedimiento confiable
Este es un procedimiento estético reconstructivo y estético, que tiene como objetivo aumentar el volumen y mejorar la forma de tu busto a partir de una reorientación de tu pezón. El procedimiento se realiza desde 1895 y ha tenido una evolución considerable si lo analizas desde un punto de vista técnico.
Su evolución ha hecho que se pase de utilizar caucho y cartílago de buey al uso de los materiales actuales, que han pasado por cinco generaciones de desarrollo hasta ser lo que son hoy. En la generación actual, se hace uso principalmente de bolsas con solución salina o implantes de silicona de gel que se adaptarán sin problema a tus tejidos y evitarán rupturas o infecciones.
¿Cómo funciona el procedimiento?
Durante el procedimiento, el cirujano marcará una línea en la parte baja de tu pezón, tu axila y el pliegue de tu seno. Estas líneas funcionan con el fin de delimitar el tamaño de la incisión y este puede variar dependiendo del tamaño del seno o de si ya pasaste por una fase de lactancia.
Se te administrará anestesia general y un antibiótico para evitar náuseas en el posoperatorio. Luego se te practicará una incisión periumbilical de 2 cm y un túnel a través de esta, por el que se introducirá la prótesis con el fin de invadir lo menos posible la región del seno.
También te va a interesar: Mamoplastia de aumento: la búsqueda de la armonía corporal
Después del procedimiento, te aplicarán un vendaje que haga presión e iniciarás con el uso de una faja suspensoria para un adecuado reposo tras dos días de evolución.
¿Cómo obtener resultados naturales?
Todo inicia cuando buscas a un profesional certificado por comisiones que regulen la práctica de las cirugías estéticas, que trabaje en un ambiente apto para procedimientos quirúrgicos de esta naturaleza y que utilice implantes certificados. Otra indicación inicial muy importante es que sigas al pie de la letra cada indicación pre y posoperatoria que se te dé.
El posoperatorio es una de las etapas más críticas de una mamoplastia y conlleva una serie de cuidados y hábitos por los que deberás pasar para evitar complicaciones que se pueden prevenir. A continuación te mencionamos algunos de ellos:
- Procura usar siempre la faja suspensoria.
- Siempre duerme boca arriba para evitar lesiones.
- Evita el consumo de medicamentos no recetados.
- No realices actividad física excesiva que requiera de los brazos o el pecho.
- Evita agacharte y hacer esfuerzo en esta posición.
- Visita frecuentemente a tu cirujano para evaluar tu evolución.
Hora de la satisfacción
Después de una recuperación satisfactoria, contarás con un busto renovado, equilibrado y estéticamente satisfactorio, lo que te hará una persona más segura y satisfecha con el resultado obtenido al mirarte al espejo.
Independientemente de que te realices el procedimiento por cuestiones estéticas o reconstructivas, puedes sentirte segura de hacerlo, ya que es un procedimiento ampliamente desarrollado y practicado.
Recuerda que no hay razones para dejar de sentirte hermosa y segura con tu propia figura. Tu felicidad y tu salud, tanto física como mental, son lo que más cuenta.