En algunas mujeres, los senos se desarrollan de una manera muy pronunciada (macromastia) y, con el paso del tiempo, comienzan los dolores de espalda, la caída del pecho y los problemas de autoestima. Por estas razones, se hace necesario una cirugía de reducción de senos para disminuir el volumen y mejorar su forma y posición.
Esta intervención se ha convertido en el alivio de muchas mujeres alrededor del mundo. Aunque se realiza más por motivos de salud que estéticos, incluso actrices como Scarlett Johansson y Anne Hathaway han acudido a ella beneficiándose de un descanso en el cuello, espalda y hombros.
Se realiza mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, aunque no afecta ni a la sensibilidad ni a la capacidad de lactancia.
La doctora Jennifer Walden, cirujana plástica especializada en cirugía estética, afirma: “El número de reducciones estéticas y reconstructivas de mamas ha aumentado, la gente quiere sentirse bien con su aspecto físico y, muchas veces, recurre a la cirugía plástica”.
Has de saber que esta operación se da, en muchos casos, entre mujeres jóvenes. De este modo, pueden hacer frente y superar importantes trastornos, como la ansiedad, depresión, baja autoestima o insatisfacción con la imagen de su cuerpo. Por otra parte, eliminan la dificultad que tienen para encontrar ropa y sostenes adecuados.
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Datos del procedimiento
A la hora de afrontar una mamoplastia de reducción, debes tener toda la información clara para que cuides tu cuerpo antes y después de la cirugía.
La técnica a usar se define de acuerdo al tamaño de los senos, pero puedes tener la seguridad de que cualquier cicatriz que pudiera generarse se volverá prácticamente imperceptible con el tiempo.
No es una cirugía nada dolorosa y la incapacidad, generalmente, es menor a ocho días. Se realiza bajo anestesia general en una clínica especializada. Inmediatamente después de la intervención, te podrían recetar analgésicos y antibióticos, los primeros para el dolor y los segundos para disminuir el riesgo de infección.
Si tus expectativas son realistas, los resultados serás satisfactorios. Esto conlleva un cuidado durante los primeros tres meses, todo de acuerdo a las recomendaciones del cirujano. Podrás hacer una vida relativamente normal desde los primeros días y sentirás inmediatamente la diferencia en el peso de las mamas, lo que supone un significativo aumento de la calidad de vida.
El doctor Johnny Franco, profesor de la Escuela de Medicina Herbert Wertheim de la Universidad Internacional de Florida, afirma: “Esto supone un cambio dramático para ellas en la apariencia, en la forma y en la sensación. La mayoría de las pacientes tienen una disminución inmediata del dolor y del malestar y se vuelven más seguras de sí mismas”.
Aspectos a tener en cuenta
Antes de someterte a esta cirugía, asegúrate de comentarle al cirujano todos los medicamentos que estés tomando, posibles alergias o si te has realizado alguna clase de procedimiento estético recientemente.
Es importante recordar que esta cirugía se autoriza únicamente a mujeres mayores de 18 años, ya que se considera que el desarrollo mamario ha terminado. Existen excepciones en algunas adolescentes de 15 o 16 años que experimentan problemas psicológicos y físicos. Ellas podrían acceder a la operación antes de cumplir la mayoría de edad, pero siempre con el permiso de los padres.
En conclusión, la reducción de mamas es un procedimiento seguro, efectivo y, si eliges profesionales especializados, los efectos secundarios durante el posoperatorio serán mínimos. Asegúrate de acudir a un cirujano certificado y cualificado que te proporcione total seguridad y confianza. Desde la clínica del doctor Rito Mariño, estaremos encantados de ayudarte.