Muchas personas tienen dudas antes de realizarse una mamoplastia de aumento porque temen el proceso quirúrgico y sus posibles complicaciones. Lo mejor es informarse previamente y conocer la operación: saber a qué te enfrentas te permitirá elegir mejor y, además, te tranquilizará.
Cómo es la mamoplastia o aumento de senos
Este procedimiento consiste en el aumento del volumen y la mejora de la forma de los pechos de la mujer por medio de la introducción de una prótesis de silicona.
La operación se lleva a cabo con anestesia general y la incisión se produce, generalmente, en la zona de la axila, en el pliegue o alrededor de la aureola según las preferencias y anatomía de la paciente. Se eligen estas zonas porque así la cicatriz será menos visible después de la operación.
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Antes de la operación
Primero se tendrá una consulta con el cirujano para planear los resultados. Es necesario que la paciente esté preparada mentalmente para este tipo de intervención y que sea realista, ya que el resultado debe ser adecuado a su tipo de cuerpo. De esta manera, el especialista informará sobre las alternativas posibles y efectuará un chequeo general de salud. También evaluará las características específicas del pecho: tamaño, forma, firmeza de la piel, etc. Solo así es posible lograr los mejores resultados.
Qué debe hacer la paciente
La paciente deberá informar al médico de la medicación que esté tomando. En general, no es recomendable tomar Aspirinas y medicamentos que puedan aumentar el sangrado. Tampoco complementos vitamínicos con vitaminas que podrían tener este efecto anticoagulante.
Se recomienda una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras, e intensificar la hidratación de la piel en la zona al menos una semana antes de la intervención. También se recomienda no fumar durante el máximo tiempo posible previamente a la operación.
Estos consejos mejorarán al máximo el proceso de recuperación de la mamoplastia y la paciente podrá seguir antes con su vida normal.
Después de la operación: el proceso de recuperación de la mamoplastia
El cuerpo sufre un ligero estrés después de cualquier operación, por eso siempre es importante el reposo tras el procedimiento quirúrgico.
Durante las primeras 24 horas la paciente deberá llevar un vendaje postoperatorio. Se aconseja dormir con el cabecero de la cama ligeramente levantado, para minimizar la inflamación. Es normal tener alguna molestia después de la operación, aunque depende de cada paciente. Se pueden tomar analgésicos para el dolor.
Un detalle a tener en cuenta es que cuando la prótesis se coloca bajo el músculo suele haber más molestias que cuando es subglandular. En cualquier caso, estas incomodidades siempre desaparecen al poco tiempo.
Tanto el posible dolor como la inflamación se irán aliviando en un periodo de entre 24 y 48 horas, y la paciente podrá regresar a su vida normal.
Después de las 24 primeras horas, se sustituye el vendaje por un sujetador anatómico y, en algunos casos, también se coloca una banda mamaria. No es imprescindible, pero se recomienda llevar este sujetador todo el tiempo indicado, ya que facilita una evolución positiva tras la intervención.
¿Cuándo volver a trabajar?
Normalmente a los 5 días después de la operación, siempre que la actividad no involucre movimientos bruscos con los brazos. También se puede conducir pasado ese tiempo.
¿Cuándo se puede hacer deporte?
De igual forma, puedes practicar deporte a los 5 días de la operación, siempre que no involucre movimientos bruscos con los brazos ni cargar mucho tiempo con los mismos. Hacer movimientos suaves con los brazos, evitando subirlos, facilita la recuperación.
Ahora que conoces más sobre este proceso quizás te animes a llevarlo a cabo, siempre de la mano de profesionales que garanticen tu bienestar y el mejor resultado.
