Entre las diferentes operaciones estéticas, podemos decir que la mamoplastia de aumento ha sido una de las más populares a lo largo de las últimas décadas, pues le permite a las mujeres gozar de una silueta más estilizada a partir de una intervención relativamente sencilla.
Sin embargo, algo que muchas candidatas tienden a ignorar es la variedad de tipos de rellenos para sus implantes mamarios, de modo que vemos pertinente explicarlos a continuación.
Gel de silicona
Este tipo de relleno es el más recomendado, ya que además de ser la alternativa que ofrece resultados que dan un aspecto más natural, están fabricados en un material cohesivo que previene derrames en caso de roturas en la superficie del implante. No obstante, es aconsejable que la paciente asista a consultas regularmente donde pueda someterse a una resonancia magnética para detectar cualquier daño que comprometa el estado del implante.
Solución salina
Cuando hablamos de implantes mamarios con relleno en solución salina, es apenas obvio que nos referimos a un compuesto líquido obtenido por la unión de agua y sal, los cuales, a diferencia del gel de silicona, no son una alternativa muy popular entre los especialistas, ya que además de resultar un poco más duros al tacto, su apariencia no es tan natural. Asimismo, cuando una mamoplastia de aumento es llevada a cabo con este tipo de implantes, es bastante factible que, al cabo de un tiempo, la prótesis empiece a perder su volumen original, lo que causa diferentes irregularidades en la superficie del seno. A su vez, en caso de rotura, la solución salina puede derramarse y entrar en contacto con el organismo que, a pesar de no representar ningún tipo de riesgo, presentará obvias anomalías en la forma del busto.
En este orden de ideas, si usted está interesada en someterse a una mamoplastia de aumento, un cirujano profesional le recomendaría utilizar implantes mamarios con relleno en gel de silicona, lo cual garantizará resultados más resistentes, duraderos y naturales. Empero, además de la importancia de conocer el relleno de los implantes, también es bueno que tenga en cuenta otro aspecto fundamental sobre las prótesis mamarias con el fin de alcanzar los mejores resultados: los recubrimientos o superficies, cuya finalidad es garantizar la resistencia, la textura y la adherencia de la prótesis.
Tipos de implante según su recubrimiento
Superficie rugosa
Las prótesis cuya superficie es rugosa tienden a ser muy utilizados, ya que no solo presentan una mejor adherencia al tejido del organismo que evita el desplazamiento del implante, sino que su textura también es ideal para prevenir el encapsulamiento, el cual es una ana afectación que consiste en la contractura capsular alrededor del implante, generando dolores, endurecimiento, desplazamiento, arrugas, deformaciones y sensibilidad extrema.
Superficie lisa
Por su lado, las prótesis de superficie lisa tienden a ser más suaves al tacto y permiten ser introducidas por medio de incisiones menores a las que se necesitan en el caso de un implante con superficie rugosa. Además de esto, este tipo de recubrimiento es ideal para tratamientos antibióticos pues, al tratarse de una superficie lisa, resulta más complejo que las bacterias se adhieran a ésta, o que exista una complicación molesta pero benigna por la acumulación de grasa líquida durante el postoperatorio conocida como seroma.
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Entonces ¿ya tiene claro qué tipo de implante mamario se acomoda mejor a sus necesidades? Lo recomendable es asistir a una consulta previa, donde el cirujano plástico especializado pueda esclarecer cualquier inquietud. Asimismo, le invitamos a indagar sobre el relleno y los recubrimientos que utilizan en el centro médico, de modo que pueda acceder a implantes de la mejor calidad.






