A través de los últimos años, los procedimientos y cirugías estéticas han tenido un crecimiento exponencial sin precedentes en nuestro país. La ISAP (Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética) en el año 2017 reveló que Colombia es el cuarto país a nivel mundial donde más procedimientos quirúrgicos estéticos se realizaron; en total 346.140 procedimientos.
Asimismo, debemos tener en cuenta que existe un gran porcentaje de cirugías que no son reportadas ni realizadas por profesionales adscritos a la sociedad de cirugía plástica o sin un titulo profesional; sin mencionar que se realizan en centros de atención que no certificados, por lo que no cuentan con las medidas de asepsia e higiene necesarias. Como un factor adicional, la mayoría de las veces se utilizan productos ilegales o no aptos que pueden poder en riesgo la salud de los pacientes.
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¿Qué son los biopolímeros?
Se trata de macromoléculas sintéticas que están mundialmente prohibidas al ser un derivado de la silicona. Su uso es ilegal puesto que, al utilizarse como relleno para procedimientos de aumento de glúteos, senos e incluso faciales, provocan múltiples complicaciones para la salud.
Estas complicaciones no solamente afectan el área de la aplicación sino que migran a diferentes partes del cuerpo, pueden llegar incluso a tocar órganos vitales. Uno de los aspectos más preocupantes es que el efecto puede apreciarse de forma inmediata o años más tarde. Si su detección no se hace de forma temprana puede incluso llegar a necrosar el tejido y poner en peligro la vida de las personas.
Para poder realizar la remoción de este tipo de componentes se hace necesario acudir a una extracción de biopolímeros.
Procedimientos para remover la sustancia
Debido a que sus componentes son altamente perjudiciales para la salud del ser humano e incompatibles, no es posible que sean 100% retirados del cuerpo. Igualmente, mientras más tiempo permanecen en el cuerpo, más comprometen los tejidos sanos con los que tienen contacto.
En la actualidad, mediante tratamientos médicos, es posible extraer una parte de esta sustancia del cuerpo; sin embargo la persona tendrá secuelas y si no se trata de la forma adecuada la sustancia puede afectar otra áreas.
Se debe tener en cuenta que cada paciente es un caso único y diferente de los demás, por lo que los resultados obtenidos son distintos puesto que el área afectada puede ser menor o mayor, son factores importantes también la ubicación, la deformación y afectaciones de dermis que sufra al momento de hacer el procedimiento de extracción.
La técnica también juega un papel importante con el fin de saber qué cambios corporales pueden presentarse después de una intervención de esta índole al usar incisiones diminutas, en casos como glúteos hacen que esta parte se vea lo más natural posible. Al usar también un ultrasonido de alta potencia que derrite esta sustancia y no los arranca, hace que se obtengan mejores resultados y el posoperatorio sea más fácil de sobrellevar.
Con el efecto térmico que este elemento tiene, se produce una contracción en la piel por la estimulación de fibras colágenas y las elásticas, por lo que una vez realizado el procedimiento la piel no presenta en la mayoría de las ocasiones flacidez.
Posteriormente a que se realiza la extracción de esta clase de sustancia, los pacientes presentan un alivio en sus síntomas, observándose una disminución notable en las deformidades que presentan, los dolores y demás incomodidades.
Conclusión
Las cirugías de este tipo son de alta complejidad, por lo que es necesario acudir a profesionales médicos con experiencia y conocimiento para tener resultados exitosos. Sin embargo, los resultados son ideales para las personas que se han visto afectadas por la aplicación de estas sustancias nocivas para la salud.