En la actualidad, cada vez más los procedimientos estéticos están en auge. Sin embargo, si no eres asesorado de forma correcta, pueden traer consecuencias graves. En ocasiones, una operación mal hecha incluso puede obligar al paciente a un retiro de biopolímeros urgente con el fin de que su salud no empeore.
Existen doctores inescrupulosos que no cuentan con la idoneidad para realizar este tipo de procedimientos y que ofrecen llevarlos a cabo con sustancias que pueden ser muy perjudiciales para la salud. Este es el caso de los biopolímeros, unos elementos altamente dañinos. Por eso es necesario que entiendas las diferencias que existen entre los biopolímeros y el ácido hialurónico.
¿Qué son los biopolímeros?
Lo primero y más importante que debes saber respecto a estas sustancias es que no son aptas para su uso en el cuerpo humano. Una vez inyectadas, ponen en peligro los tejidos y órganos del cuerpo; producen en ellos lesiones irreversibles e irreparables.
Su composición es sintética y en ella se pueden encontrar sustancias como el aceite industrial, la parafina o la silicona líquida, que son inyectadas sin ser avaladas por las asociaciones médicas.
¿Qué es el ácido hialurónico?
Es una sustancia que produce de forma natural el cuerpo y que se encuentra en diferentes tejidos y órganos humanos, como los cartílagos o la dermis. Sin embargo, debido al envejecimiento, disminuye considerablemente su producción natural. Eso conlleva que la piel pierda hidratación, firmeza y elasticidad, lo que genera la aparición de arrugas. Por eso, al ser aplicado hidrata la piel. Es una sustancia que sí es apta para el uso en el cuerpo.
¿Cuáles son las diferencias que existen entre los biopolímeros y el ácido hialurónico?
La primera y fundamental de las diferencias entre estas dos sustancias son los resultados que genera su aplicación. Los biopolímeros son sustancias no aptas para el cuerpo. En un principio, puede parecer que llegan a generar el resultado deseado. Pero más tarde se da la aparición de áreas de color oscuro o negro, que significan que el tejido está comenzando a necrosarse (está empezando a morir).
El biopolímero puede producir deformidades en el área de aplicación y abscesos que generan un gran dolor en los pacientes. Además, se produce un riesgo vascular en la zona de aplicación. Por eso, cuando se inyecta en el área de los glúteos, en la mayoría de las veces se debe hacer en varias sesiones porque se pega al músculo.
También puede migrar a otras partes del cuerpo y generar no solamente daño en la zona aplicada, sino además en distintos órganos y tejidos. Incluso, si el biopolímero no se retira a tiempo, puede dar lugar a la muerte.
El ácido hialurónico, al ser de origen natural, no es una sustancia extraña o que pueda dañar a los tejidos y órganos. Lo que hace es hidratar el área de aplicación; retiene agua en la dermis y también realiza una reconstrucción celular.
Esta sustancia no solamente es inyectable, pues también se puede encontrar en pequeñas concentraciones en productos para la aplicación sobre la piel. Si los utilizas de forma constante, también verás resultados satisfactorios. Y una de sus más grandes diferencias con los biopolímeros es que su aplicación nunca puede llegar a ocasionar la muerte del paciente.
Siempre va a ser fundamental que, antes de someterte a un procedimiento, se investigue las sustancias que van a ser inyectadas en el cuerpo, las consecuencias que pueden acarrear, y acudir a un medico especializado en el procedimiento. Trata de obtener el resultado de la manera más natural posible y sin poner en riesgo tu vida.
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