Cada vez son más los procedimientos para rejuvenecer el rostro, algunos de los cuales integran la más alta tecnología en distintas disciplinas médicas como la Medicina genética y la microcirugía y los nuevos descubrimientos sobre sustancias y técnicas. Así mismo, cada procedimiento se cataloga o divide según sean inyectables, tópicos, quirúrgicos o aparatológicos.
Tres procedimientos más populares para rejuvenecer el rostro
1. Relleno de arrugas
Este procedimiento consiste en el rellenado de los surcos de las arrugas mediante inyecciones de algunas sustancias aptas para el organismo como son el ácido hialurónico y el colágeno. Estas sustancias son aplicadas por medio de pequeñas inyecciones que rellenan suavemente cada arruga y línea de expresión. Pero también se puede aplicar la toxina botulínica para paralizar ciertos músculos.
Su duración depende del organismo de la persona, pues en algunas pieles se absorbe más rápido el ácido hialurónico que en otras. Y en algunas el colágeno no conserva la forma en que fue colocado.
En el caso del bótox, su duración puede ser de varios años; aunque no es un relleno propiamente dicho, muchos lo catalogan como tal al ser una sustancia inyectable.
El relleno de arrugas es un rejuvenecimiento facial muy popular porque sus efectos son inmediatos y su duración puede alcanzar los 24 meses (según el tipo de relleno); además, no es un procedimiento muy invasivo ni doloroso como una cirugía. Además, tiene la ventaja de que no requiere tiempo de recuperación, lo que permite continuar con las actividades.
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2. Lifting facial
Este procedimiento es más invasivo que el anterior, pero sus resultados y su larga duración lo hacen uno de los favoritos. Consiste principalmente en hacer unas incisiones en el nacimiento del pelo, por detrás de las orejas y alrededor del mentón, que permitan corregir la distribución de grasa, poner implantes o retirar la piel colgante.
Este tipo de cirugías faciales estiran y extirpan el exceso de piel en las diferentes zonas del rostro enfocándose más en la región de la frente y la papada.
El lifting facial no es apto para todo el mundo ni para todas las edades. Al recortar porciones de la piel no es recomendable su aplicación en personas jóvenes, con problemas de circulación o de coagulación o con otras enfermedades o condiciones que comprometan la cicatrización o el drenaje linfático.
3. Dermapen
Este innovador tratamiento en poco tiempo se ha convertido en el favorito de muchas personas gracias a que sus resultados son visibles a corto plazo y a que no requiere mucha inversión según sea el país. Además, permite ser utilizado por personas de edades más cortas o con problemas de la piel como acné y las cicatrices causadas por este, piel dañada y algunas quemaduras leves o manchas.
Consiste principalmente en un dispositivo con forma de pluma que contiene en la punta varias microagujas. Estas entran en la piel y la estimulan a crear más colágeno y a renovar las células. Ello, a la larga, ayuda a disminuir arrugas, manchas y otros problemas de la piel facial.
El Dermapen puede utilizarse solo o junto con ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas para fomentar una mejor salud de la piel y ayudar a eliminar cicatrices, arrugas y manchas.
Este tratamiento suele aplicarse en clínicas de forma ambulatoria, pues solo requiere anestesia tópica. Después de su aplicación, la cara o zona de la piel donde se aplicó puede estar roja, pero eso desaparece. Se necesitan varias sesiones para ver resultados, pero estos suelen ser duraderos y en ocasiones pueden llegar a ser permanentes.
Hasta aquí los tres principales procedimientos que puedes utilizar para rejuvenecer tu cara. Pero recuerda siempre acudir a un especialista de experiencia.