Se inventó en los años 80 por un cirujano plástico francés, el Doctor Gerard Illouz. Este cirujano se inventó unas cánulas gruesas en metal con orificios en la punta, y la conecto a un compresor que producía succión. Realizaba incisiones en la piel, introducía su cánula y que gran sorpresa, observo que con la succión del compresor, unido a la cánula por una manguera, salía grasa, en esa época con mucho sangrado, pero salía grasa y lograba reducirles medidas a sus pacientes aunque el procedimiento era muy traumático y sangraba mucho.
Con el tiempo esto se llamó liposucción tradicional con cánulas y hasta hoy en día muchísimos cirujanos siguen utilizándolas con el mismo principio que invento el Dr. Illouz, solo con la diferencia que hoy en día se utiliza durante la liposucción cánulas más delgadas fabricadas en diferentes materiales y también cambio la técnica original que sangraba mucho, hoy en día se infiltran líquidos en la grasa con epinefrina y lidocaína, que cierran los vasos sanguíneos para disminuir el sangrado.
Pero sigue siendo un procedimiento traumático, que de todas maneras sangra más en comparación con otras técnicas y que tienen riesgos de producir embolismos grasos.
Hace muchos años que no realizo liposucciones con cánulas, porque esta es la cirugía que en cirugía plástica tiene más complicaciones, como son los embolismos grasos y las trombosis venosas profundas que pueden producir un trombo embolismo pulmonar, que según el grado de severidad puede llevar a la muerte.
La liposucción tradicional con cánulas deja a los pacientes con la piel suelta, flácida, produce mucha fibrosis por debajo de la piel, esto se manifiesta por mucho endurecimiento por debajo de la piel, y como extrae la grasa por bocados son muy frecuentes los hundimientos por exceso de extracción de grasa.
Con la lipolisis ultrasónica que yo utilizo, no tengo ninguno de los problemas que se observan con la liposucción racional con cánulas, por eso no la recomiendo hoy en día.