Con el paso del tiempo todas nuestras experiencias vividas se empiezan a reflejar en nuestro rostro como una huella indeleble, aparecen las marcas de una piel agotada y desgastada.
Nuestras células pierden la capacidad de regenerarse, provocando que comiencen a hacer acto de presencia en la piel las arrugas y las manchas que relacionamos con la vejez. Perdemos elasticidad, flexibilidad y volumen. Es posible que al mirarte en el espejo te cueste verte así.
Cómo plantar cara al envejecimiento cutáneo
¿Y qué hacemos? ¿Nos resignamos? En la actualidad existen posibilidades de revertir estos efectos, está en tus manos acudir a ellas ¿Por qué no hacerlo?
¿De qué estamos hablando? Concretamente del Rejuvenecimiento Facial. En este artículo te explicamos por qué este procedimientos es tan seguro y efectivo. Pero antes debemos prestar atención al momento en el que decides hacerte este proceso.
Hoy es el día en que tomaste la decisión de lograr en tu rostro ese aspecto que se ha perdido con los años, sabes que está a tu alcance restaurar y normalizar esos rasgos. Sin embargo, aún queda un tema por resolver. ¿Qué tan seguros son los rejuvenecimientos faciales?
No existen contraindicaciones graves para estos procedimientos, pero sí se deben tomar las debidas precauciones de acudir a profesionales honestos e íntegros con su labor. Solo así te aseguras de que el profesional que estará a cargo de hacerte el procedimiento tomará todas precauciones para no afectarte.
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En qué aspectos debes fijarte antes de la intervención
A continuación analizamos todos los factores a los que debes atender:
1) Aplicación de ácido hialurónico. Esta es una sustancia que está presente en nuestro cuerpo, por lo que en términos generales es muy segura y son muy pocos los casos de alergia o reacción.
Para evitar dichas alergias resulta indispensable realizar un cuidadoso diagnóstico que descarte todas aquellas tipologías que puedan provocar cualquier reacción desfavorable. Por citar un caso no es recomendable que mujeres embarazadas o en estado de lactancia se sometan a este tipo de procesos.
2) Hilos tensores faciales. Tienes ante ti este procedimiento que pretende recuperar en tu rostro una apariencia luminosa y firme, que es precisamente lo que estás buscando y sin necesidad de pasar por el quirófano.
De igual manera que con el procedimiento anterior siempre es conveniente tomar precauciones. En este caso, también tiene mucho que ver con el diagnóstico inicial antes de realizarte el procedimiento.
Los especialistas aconsejan que aquellas personas que sean propensas a desarrollar infecciones por ningún motivo se realicen este proceso. Lo mismo podemos decir de las personas que en el momento presenten alguna infección. Mujeres en estado de embarazo o en periodo de lactancia tampoco deben realizarse este tipo de intervenciones.
Ya hemos visto 2 casos en los que no se requiere pasar por el quirófano. De hecho, son procedimientos seguros. Las contraindicaciones son muy evitables siempre que se conozca a cada paciente y se adecúe el procedimiento a sus requerimientos.
3) Ritodoplastia. Este proceso se diferencia de los mencionados en que este si es quirúrgico. Su fin es reparar la piel que se encuentra caída, aportando naturalidad al rostro al tiempo que disminuye las arrugas y le confiere un aspecto de más frescura.
Personas que sufran de alguna enfermedad crónica, como diabetes o hipertensión arterial, no deben practicarse este procedimiento, al igual que las mujeres en embarazo.
Como ves, queda en tus manos acceder a centros especializados para realizarte estos procedimientos con la mayor seguridad posible. Siempre que lo vayas a hacer, que sea de forma responsable con tu vida y con tu cuerpo.