La extracción de biopolímeros se ha vuelto una necesidad imperiosa y obligatoria para muchas personas que han optado por este tipo de tratamiento estético. Tenerlos en tu cuerpo puede llegar a reducir tu calidad de vida. Por este motivo, si has optado por una intervención de este tipo, te aconsejamos leer este artículo con mucha atención.
Los biopolímeros están constituidos por una sustancia sintética, lo que hace imposible que sean absorbidos por el cuerpo que los recibe. Se inyectan en forma líquida, pero luego se solidifican formando pequeñas burbujas transparentes que el cuerpo detecta como cuerpos extraños y rechaza activando tu sistema inmunológico.
¿Eres víctima de biopolímeros?
La reacción del sistema inmunológico a la invasión de una sustancia desconocida es muy variada. Depende en buena parte de cada persona y ocasiona diferentes inconvenientes.
Reconocer los síntomas es muy aconsejable porque te permitirá saber si has sido inyectado con biopolímeros y te alertará sobre la necesidad de visitar a tu médico rápidamente.
Algunos síntomas son leves y otros pueden ser considerados de alta peligrosidad.
Entre los síntomas más comunes, según un artículo científico publicado en octubre de 2016 por la revista Colombia Forense de la Universidad Cooperativa de Colombia, se encuentran los siguientes:
– Dolores en los lugares donde se aplicó la inyección.
– Tumoración o abscesos en el área.
– Deformidad física.
– Endurecimiento y enrojecimiento del área.
Además, se ha determinado médicamente que pueden presentarse otros síntomas como:
– Cambio de coloración en la zona donde se colocaron los biopolímeros.
– Calentamiento del área.
– Aumento del tamaño de la zona inyectada.
– Variaciones de conducta y estado de ánimo decaído o depresión.
– Ojos y boca secos.
– Disminución de la capacidad para recordar o memorizar.
– Inflamación y dolor en las articulaciones y los músculos.
– Dolores generalizados.
– Señales de colon irritable.
Si has experimentado uno o varios de estos síntomas, no debes dejar de visitar a tu doctor. Muy probablemente ya estés experimentando el denominado “Síndrome de Asia” y, en ese caso, deberás iniciar algún tratamiento médico.
Los biopolímeros tienden a viajar por el cuerpo
Por otra parte, existen muchas fuentes médicas que aconsejan que elimines los biopolímeros de tu cuerpo siempre que sea posible. Afirman que estos pueden moverse desde el área inyectada a otras partes de tu cuerpo. Esto implica otros riesgos asociados, más allá de la deformación de diferentes áreas, no únicamente las inyectadas.
Las partes a donde pueden moverse los biopolímeros son muy variadas. Algunas personas que se hicieron estos procedimientos en el área de los glúteos vieron cómo las partículas terminaron en su zona lumbar. Otras encontraron el plástico en sus tobillos e incluso, en algunos casos, estos residuos han llegado a invadir las partes genitales.
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Ningún biopolímero ha sido aprobado para su uso en el cuerpo humano y la razón es muy sencilla: no son biodegradables. Esto implica, como ya hemos dicho, que nunca son absorbidos por el cuerpo.
El principal riesgo de muerte por inyección de esta sustancia ocurre durante los tres días siguientes a la aplicación del producto. Es muy común que personas sin experiencia o inexpertas inyecten el biopolímero directamente en un vaso sanguíneo y esto se derive en una embolia pulmonar y, finalmente, el deceso del inyectado.
No todas las personas son candidatas para una cirugía de sustracción de biopolímeros. Eliminar toda la silicona de la persona inyectada suele ser muy difícil. En ocasiones, esto no llega a ser necesario y un tratamiento no invasivo junto a un control permanente es suficiente. En todo caso, es tu médico quien debe ayudarte a decidir qué es lo mejor en tu caso particular.