El deseo de rellenar arrugas u otras irregularidades en la piel con “una simple inyección” lleva a miles de personas a optar por el uso de biopolímeros. Parece una solución sencilla y eficaz, pero lo que no saben es el riesgo que hay detrás y que comúnmente lleva al retiro de biopolímeros.
Todo inicia cuando al paciente le ofrecen el procedimiento sin explicarle qué tipo de sustancia le van infiltrar; los médicos o cosmetólogos usan términos genéricos que no dicen mucho como “biopolímeros” o “células vivas”. El paciente accede a dicho procedimiento, queda satisfecho, solo siente ligeras molestias. Seguidamente, recomienda con entusiasmo a la persona que hizo la aplicación y este aumenta su clientela. Tiempo después, incluso hasta 25 años más tarde, aparecen los signos y síntomas de la enfermedad.
¿De qué enfermedad se trata?
Es la alogenosis iatrogénica, una enfermedad joven bautizada apenas hace 13 años, en el 2008, por el doctor Felipe Coiffman. Este investigador estudió los casos de 342 pacientes que, después de haberse inyectado biopolímeros, tenían una serie de secuelas alarmantes. Empleó el término alogenosis porque se produce por sustancias extrañas al organismo y iatrogénica por ser generada por médicos o quienes las hayan infiltrado.
¿Cuáles son las señales de alarma?
- Signos locales: inflamación, irregularidades, edema, enrojecimiento, cicatrices queloideas, endurecimiento, ulceraciones, necrosis…
- Síntomas generales: fiebre, decaimiento, dolores articulares, somnolencia, malestar general.
¿Qué son los biopolímeros y por qué afectan el organismo?
Existen más de 40 sustancias inyectables de relleno. Las llamadas biopolímeros tienen diferentes orígenes: derivados del petróleo, de origen vegetal o sintéticas. Las más usadas son: silicona líquida, parafina, petrolato líquido, vaselina, aceite mineral o vegetal, triturados vegetales, los “constructenos”, las grasas animales o vegetales y los colágenos, entre otras.
La diversidad de sustancias hace difícil predecir el comportamiento de la enfermedad en cada persona. En términos generales, al ser sustancias ajenas al organismo, este las identifica como extrañas y genera una serie de reacciones de defensa, como la inflamación. Esto puede llevar a que las sustancias emerjan a la superficie e invadan la piel; esta se adelgaza, se endurece y puede llegar a ulcerarse. Adicionalmente, estas sustancias pueden moverse de sitio y crear complicaciones en otras zonas.
¿Qué consecuencias trae su aplicación?
- Las consecuencias son variables. Algunas personas no presentan signos o síntomas graves, pero sí que pueden llegar a serlo.
- En algunos casos se requiere extraer quirúrgicamente las masas; se hace incluso el retiro de biopolímeros en rostro. Sin embargo, la cirugía suele ser difícil o hasta imposible.
- En muchas ocasiones, el tratamiento de biopolímeros es únicamente para el manejo de los síntomas.
- Como consecuencia de deformaciones faciales y corporales, hay afectaciones en la salud mental; en el estudio de Coiffman, dos pacientes se suicidaron después un largo periodo de depresión.
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Recomendaciones
- Si estás considerando una inyección de biopolímeros, infórmate adecuadamente. Exige claridad sobre qué tipo de sustancia te van a infiltrar.
- Verifica otras alternativas más seguras y recomendables, como la inserción de ácido hialurónico o grasa corporal y los implantes de silicona.
- Si ya te has realizado este procedimiento, presta atención a la aparición de los signos y síntomas. Consulta inmediatamente con un profesional que pueda asesorarte sobre el tratamiento y, en caso tal, realizar la extracción de los biopolímeros.
- Si tras la inyección identificas masas, evita “tratamientos” que realmente no tienen ningún beneficio, como los masajes o la aplicación indiscriminada de corticoides; en vez de disolver la masa, debilitan la piel. La lipoaspiración convencional, el ultrasonido y los masajes eléctricos vibratorios empeoran la situación.
- No descuides tu salud mental; esta enfermedad, más allá de sus secuelas físicas, afecta la autoestima y la calidad de vida.
Ahora que conoces el peligro detrás de la inserción de biopolímeros, sabrás la importancia evaluar a profundidad los procedimientos estéticos y prevenir riesgos para tu salud.