Hoy en día existen muchas alternativas para adelgazar o eliminar la grasa localizada, que es por lo que suelen acudir las personas a una consulta para plantearse una lipólisis láser. Una técnica cada vez más popular.
Si tú también estás pensando en esta posibilidad, a continuación encontrarás toda la información necesaria para saber si serías un buen candidato para esta intervención o si, por el contrario, es mejor decidirte por otra solución a tu problema de grasa acumulada.
¿Qué es la lipólisis láser?
También se conoce como laserlipólisis o liposucción por láser. Es una técnica innovadora, que existe desde hace escasos años, y que consiste en eliminar mediante láser la grasa localizada en zonas como el abdomen, las caderas, brazos, muslos, papada o celulitis.
A menudo se emplea también como complemento a la liposucción clásica o por aspiración.
Qué características físicas debes tener para someterte a una lipólisis láser
Antes de la intervención, tendrás una consulta con el especialista para evaluar si la lipólisis láser será un método seguro y con buenos resultados para ti. Sin embargo, aquí podemos adelantarte algunas características que necesitas cubrir:
- No ser una persona obesa o con alto índice de masa corporal (IMC). Es decir, no tener un exceso de grasa en todo el cuerpo. En ese caso, existen alternativas como dieta, ejercicios, medicamentos o complementos alimentarios según tu caso.
- Tener un problema de grasa localizada. Es decir, no debes ser una persona gruesa en general, simplemente tener grasa distribuida de forma desigual.
- No tener la piel visiblemente fláccida en las zonas a tratar, ya que con la lipólisis laser tu piel quedará más suelta todavía y los resultados serían menos estéticos. No obstante, existe también cirugía para la eliminación de piel sobrante.
- No padecer ninguna alergia o intolerancia a los medicamentos y sustancias empleadas en el proceso.
- No tener problemas de coagulación de la sangre o hipersensibilidad en la piel.
- Debes poseer, en general, un buen estado de salud para evitar el riesgo de contraer una infección tras la intervención.
Cualquier persona que se someta a una intervención de lipólisis láser debe ser realista y no tener algún trastorno alimentario, ya que para que los resultados se mantengan en el tiempo es fundamental seguir una dieta equilibrada y hábitos de vida saludable. También después de la intervención hay que seguir a régimen y evitar engordar o tener problemas de grasa localizada nuevamente.
Además de todo esto, no olvides que la piel empieza a perder elastina y colágeno a partir de los 35 años aproximadamente. Esto puede llevar a que, si pierdes una gran cantidad de grasa, tu piel quede antiestéticamente fláccida tras la operación. Pero, como en el caso citado, puedes tener en cuenta la opción de otra cirugía posterior para tal caso.
Por eso es muy importante que pases por una evaluación médica previa a la intervención.
¿Qué es mejor para mí, lipólisis tradicional o lipólisis láser?
Si cumples las condiciones anteriores, quiere decir que serías un buen candidato también para una lipólisis tradicional.
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La principal diferencia es que la lipólisis láser solo lleva a cabo una mínima incisión y el láser, además de eliminar las células grasas, estimula proteínas que generan colágeno, lo que mejora la elasticidad de la piel permitiendo que se adapte mejor al nuevo volumen y minimizando la posible flaccidez.
Además, el tiempo de recuperación es menor y se producen menos hematomas o moretones. Por tanto, es ideal si trabajas o tienes prisa por ver los resultados.
Si te estás planteando una lipólisis láser en Bogotá y te ha gustado este post, no te preocupes: ahora tienes toda la información que necesitabas.