Las personas interesadas en mejorar su apariencia física y que quieren lograr un mejor estado de salud han optado por la lipolisis láser como una forma fácil, sencilla y con menores riesgos para obtener sus objetivos; en especial, poder eliminar aquella grasa de más en algunos puntos de su cuerpo.
Este es un procedimiento no invasivo, mucho más sencillo que la tradicional liposucción. Se realiza por medio de un sistema láser que, por medio de su efecto térmico, destruye las células de grasa acumuladas en una zona específica del cuerpo. Para ejecutar esta técnica no se requiere de una anestesia general, solo local y enfocada en la región corporal en la que se busca la disminución de los niveles de grasa.
Adicionalmente, la lipólisis tiene un tiempo mucho más corto para la recuperación, asociado a la no utilización de la anestesia general, lo poco invasivo de la técnica, la menor pérdida de sangre en la intervención, entre otras razones.
En todo caso, como todo procedimiento, es necesario tener una serie de precauciones, así como implementar algunas acciones para poder mantener la pérdida de peso en el largo plazo. Nadie quiere terminar ganando de nuevo los kilos perdidos a los pocos meses de lograr esta solución.
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¿Cómo evitar que la grasa perdida regrese?
A parte de los cuidados usuales y generales que deben seguirse después de cualquier intervención quirúrgica, una vez terminado el periodo post operatorio es muy importante que se controle el riesgo que la grasa que te han retirado retorne a los puntos antiguos o, incluso, que ahora aparezca en otras zonas de tu cuerpo.
Esto tiene una especial importancia, teniendo en cuenta que las personas que no adoptan hábitos de vida saludables después de tener una intervención quirúrgica de este tipo pueden llegar a recuperar buena parte de los kilos perdidos con anterioridad.
Para evitar que ocurra esta situación, es recomendable que comiences a alimentarte de forma sana y balanceada y, de forma particular, que inicies con una rutina consistente de ejercicio.
El ejercicio es la principal herramienta para que mantengas tus resultados
Una vez superado el periodo de recuperación inicial, que puede tomar alrededor de seis semanas, ya te es posible iniciar con una rutina de ejercicios que complemente los excelentes resultados de la lipólisis y permita mantenerlos a largo plazo.
No sobra resaltar que una de las razones más importantes para adoptar una rutina de ejercicios después de la lipólisis resulta ser lo siguiente: se ha identificado que, con posterioridad a la intervención, entre quienes no han iniciado una rutina de ejercicios, se presenta un aumento del 10% en la grasa visceral del cuerpo, aquella acumulada alrededor de los órganos abdominales.
Eso sí, es necesario que se inicie de forma progresiva, para que así tu cuerpo se vaya adaptando poco a poco a este nuevo hábito saludable.
Una alternativa para este primer periodo, si no has estado acostumbrada o acostumbrado a ejercitarte, es que hagas pequeñas rutinas de ejercicios aeróbicos como caminar, trotar a un ritmo suave, montar en bicicleta o tomar clases de aeróbicos sencillas. Posteriormente, podrás continuar con rutinas más avanzadas, para las cuales cuentas con una amplia gama de alternativas como inscribirte en un gimnasio para hacer entrenamientos de fuerza, afiliarte a un box de crossfit o tomar clases de artes marciales mixtas, entre otras. En fin, tienes una gama de alternativas casi infinita para acompañar tus actividades físicas.
En conclusión, iniciar con una rutina de ejercicio te ayudará a conservar esa nueva y radiante figura ganada con la lipólisis y así no perder este esfuerzo.